Se disipan mis palabras
en aguardiente,
mis pensamientos se traban
como tartamudo emborrachado
la verdad se distorsiona
cual guitarra en noche de rock.
De pronto un golpe en pecho
recibo tan fuerte que
la respitacion me priva,
duermo pacientemente,
incosciente de lo pasado.
Aturdido con un viejo despertador
despierto y observo mi soledad.
No había nadie velandome
solo la musica de un viejo despertador
y las enfermeras cansadas
de tanto enfermo quejicoso.
Al subir la persiana
un rayo molesto de luz
me golpea como puño americano.
La noche se va adueñando del día
oscureciendo mi habitación,
me recuesto en mi tumba
dando paso a un nuevo amanecer.
¿Cómo no? hoy tampoco hay nadie
solo unas flores algo marchitas
de no se quien pero algo es.
Parece que se escucha vibrar
el suelo a ritmo de negra
¡Por fin! alguien se acerca
llorando entra, despacio pero sin freno.
¿Qué me ha pasado?
No puedo hablar con ella,
no me escucha...
Continuo en coma
solo escucho su voz
dulce, que susurra libertad,
amor, dolor y añoranza.
No temas, pronto despertaré
deseaba decirle.
pero era imposible
solo dormía
mientras ella lloraba.
Al año desperté
y todo cambio
nada fue igual
ella de esperar se cansó
y de nuevo solo,
dormido y cansado.
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