Intentas no entrar en sus castillos
llenos de herramientas inútiles
pero acabas recorriendo sus pasillos
con gente gritando idioteces
Esperas en la sala de espera
una anciana te pregunta la hora
se la dices intentado no hablar demasiado
y ella te contesta siempre algo
para aliviar su soledad
Te toca entrar
El medico te mira
Ahora es hora de hablar
y contar cual es tu problema
el medico te mira
y te dice: " tomate paracetamol"
y a saber como esta mi interior
podrido de pastillas inútiles
podrido de mentiras
lleno de curas que ahogan
mi cuerpo lentamente
Ahora es hora de dar las gracias
al medico del dolor
al que sana falsamente
al que recuerda que jodida es tu vida
al que no da soluciones a tus problemas
Muy buena Kake. Los médicos son la caña. Yo para olvidarles tomo Ibuprofeno.
ResponderEliminarEstate al loro de la revista http://lasombradelmembrillo.com/
que en el número 14 que van a sacar, este poema tuyo va bien, por lo que me ha dicho Juan Antonio.
Un saludo.